ECO LUZURIAGUINO

Espejismos de agua

La costa y la sierra del Perú son zonas que padecen de la escasez de agua dulce; irónicamente, la amazonía tiene el privilegio de abundancia del líquido elemento, pero que es continuamente contaminado por los desechos de las empresas petroleras asentadas en ese lugar.
La contaminación de ríos, lagos y humedales no sólo impide que el hombre cuente con la calidad requerida para su consumo, sino que, además, está contribuyendo a la disminución de los ecosistemas que aseguran las reservas de agua dulce.
Para la gerente del Programa de Agua Dulce WWF Perú, Mariana Montoya, el problema de las reservas de agua dulce en el Perú debe tratarse con carácter de urgencia, sobre todo en las zonas con alto valor por su biodiversidad como son el Abanico del Pastaza y Ucamara (Reserva Nacional Pacaya Samiria) ubicadas en Loreto.
A su entender, la discusión parece estar centrada en la disminución de las reservas de agua dulce en el norte y centro del país, sin tomar en cuenta el problema en la Amazonía, por lo que es necesario un cambio de actitud respecto a la cantidad y calidad de agua apta para el consumo humano en esa zona.
La especialista revela que se trata de uno de los puntos del país más perjudicados con la contaminación de las empresas petroleras, siendo necesario realizar un estudio propio de sus aguas porque la población y el ecosistema en su conjunto están siendo dañados.
“Se debe tomar, ahora, una decisión de inversión a largo plazo, porque de lo contrario, en el futuro, la factura será aún mayor”, refiere la gerente, quien admite que los costos se elevan debido al difícil acceso a las zonas mencionadas y por los precios de los análisis para identificar a los contaminantes. Por ejemplo, se cobra 20 dólares por metal identificado en cada muestra y se tiene un promedio de 20 metales en 100 muestras.
Al respecto, adelanta que dentro de un mes su institución y personal de la Dirección Regional de Salud de Loreto harán trabajo de campo para tomar muestras de la calidad del agua, debido a que, hasta el momento, solo se tiene la información de la empresa petrolera a la cual no es fácil acceder, indica.
Según explica, los desechos de las empresas logran mantenerse en sedimentos alojados en las orillas de los ríos y con ello pueden seguir contaminando el sistema hídrico. Asimismo, los metales pesados y algunos hidrocarburos tienden a acumularse biológicamente a través de las cadenas alimenticias.
Al reconocer que el gobierno regional y las comunidades indígenas muestran su disposición en mejorar la situación en la zona afectada, considera importante que el gobierno central asuma otra actitud respecto al problema de contaminación de aguas, sobre todo en el tema de los estándares que están debajo de los exigidos en otros países.
“Es necesario que se adopten políticas y prácticas adecuadas de uso del agua por parte del Estado peruano, las compañías petroleras y la comunidad en su conjunto para asegurar la calidad del agua de las cuencas prioritarias de agua dulce”, enfatiza Mariana Montoya, quien precisa que el agua no es solo para el consumo humano sino para toda la vida. Elemento fundamental para que todo el ecosistema funcione.

Sin importar en que parte de la corriente nos encontremos, todos compartimos el mismo barco.
Este año, para el Día Mundial del Agua, queremos llamar su atención acerca de los recursos hídricos que cruzan fronteras y nos unen.
Las 263 cuencas y lagos transfronterizos del mundo se extienden a través del territorio de 145 países, y cubren casi la mitad de la superficie terrestre de la Tierra. De la misma manera, grandes depósitos de agua dulce transitan en silencio por debajo de las fronteras en los acuíferos subterráneos.
Hay suficiente agua dulce para satisfacer las necesidades de todos, sin embargo los recursos hídricos no están equitativamente distribuidos y, a menudo, no son gestionados de manera adecuada. Al día de hoy, muchos países enfrentan problemas de escasez de agua. En algunas zonas, la disponibilidad de agua dulce de buena calidad se ha reducido significativamente debido a la contaminación producida por los desechos generados por los humanos, la industria y la agricultura. Desde 1900, la mitad de los humedales del mundo, es decir, nuestra principal fuente de agua dulce renovable, se han perdido. El cambio climático tendrá, sin ninguna duda, un impacto directo en el suministro de agua dulce en muchas regiones.
Viendo que todos los países tratarán de satisfacer sus necesidades de agua en un contexto de recursos hídricos limitados, algunos prevén un futuro lleno de conflictos. Sin embargo, la historia nos ha enseñado que la cooperación y no el conflicto es la respuesta más común frente a las cuestiones relacionadas con la gestión de los recursos hídricos transfronterizos. Durante los últimos 60 años se han concertado más de 200 acuerdos internacionales relacionados con el agua, y tan sólo se han denunciado 37 casos de uso de la violencia entre los Estados en cuestiones relativas a los recursos hídricos. En este sentido, es importante seguir fomentando las oportunidades de cooperación que la gestión de los recursos hídricos transfronterizos puede proporcionar. Todos compartimos la responsabilidad de la gestión de los recursos hídricos transfronterizos para las generaciones actuales y futuras.